Antoni Tápies

Nace en Barcelona en 1923 y muere en el mismo lugar en el 2012. Pintor, escultor y teórico del arte español. Empieza sus estudios de Derecho pero en la década de los cuarenta decide dejarlos para dedicarse a lo que más le complace: la pintura. Se interesa especialmente por estudiar la materia como recurso artístico, dando así nombre a lo que se denomina como “informalismo matérico”. Empieza a utilizar telas de textura intensa debido a su gran potencial expresivo y comunicativo. En esta tesitura, Tàpies se empieza a forjar el reconocimiento internacional en la década de los cincuenta. En la década de los sesenta se empieza a preocupar por nuevos elementos iconográficos como los signos de escritura, elementos antropomórficos y signos que refieren a su entorno de desarrollo próximo y más inmediato: Cataluña. Durante el tardofranquismo Tàpies se posiciona crítico con el régimen a través de sus creaciones que adquieren un marcado carácter de denuncia y protesta. En este sentido, la obra de Tàpies siempre ha sido permeable a las vicisitudes sociales y políticas de cada época. Para Tàpies, desde el primer momento, el arte ha sido un centro de interés mediante el cuál ha ido construyendo y representando sus preocupaciones como persona. Tàpies utilizó también para sus construcciones artísticas elementos reciclables y su obra ha sido catalogada en ocasiones con el término de art brut. El art brut es una corriente artística que considera que nuestro potencial creativo se ve mermado, en la mayoría de las ocasiones, por las normas sociales establecidas. Se caracteriza por la creación al margen de las corrientes académicas, institucionales y artísticas del momento en dónde el principal motor que lleva a la creación es la motivación intrínseca del artista.